De señalamientos y testarudez...
Ayer veía algunos videos de las recientes protestas, y me generaba gran preocupación cuando una de las manifestantes, una señora de aproximadamente 40 años, le decía a un periodista: "Nosotros cumplimos, les dimos el voto, querían gobernaciones, ahí tienen gobernaciones; querían alcaldías, ahí tienen alcaldías. ¿Qué pasa señor presidente?, gobernadores y alcaldes, cumplan con su deber, ¿donde está la comida?... El cáncer es tan avanzado, que se considera una responsabilidad del estado, poner el alimento en el plato.
Sin embargo, le hacemos bien el juego al gobierno, cuando "de este lado
de la acera", señalamos, nos burlamos, y lanzamos frases con las cuales
nos creemos dueños de la razón. En este escenario solo hay un ganador,
esta es la verdadera siembra de Chávez, esta división que de momentos
parece que va a desaparecer, y luego la vemos mucho más pronunciada.
Pasamos por alto que entre nuestros diversos motivos para protestar,
todos somos víctimas de un mismo victimario.
Ahora bien, ¿donde están los valientes que buscaran este punto de encuentro?, hace unos meses cuando salíamos a la calle hablábamos por los que tienen hambre, por los enfermos, por los vulnerables, ¿qué pasa ahora?... y ¿qué pasa con los lideres que hace poco nos ahogaban con sus fotos de campaña?, no hace falta estar en fecha electoral para hacer asambleas, repartir volantes, o pasar de casa en casa, con toda la paciencia del mundo, para hablar de libertad, de las virtudes del trabajo, de lo importante que es la reducción del estado. La tarea es difícil, definitivamente es toda una cruzada, pero sin lugar a dudas, será la medida que garantizara que el germen del populismo se disipe poco a poco de nuestra forma de pensar.
El 2017 nos dejo un cumulo de vivencias y aprendizaje, pongamos todo eso sobre la mesa y generemos una dinámica lo suficientemente poderosa como para integrarnos a todos en el objetivo en común.
Ahora bien, ¿donde están los valientes que buscaran este punto de encuentro?, hace unos meses cuando salíamos a la calle hablábamos por los que tienen hambre, por los enfermos, por los vulnerables, ¿qué pasa ahora?... y ¿qué pasa con los lideres que hace poco nos ahogaban con sus fotos de campaña?, no hace falta estar en fecha electoral para hacer asambleas, repartir volantes, o pasar de casa en casa, con toda la paciencia del mundo, para hablar de libertad, de las virtudes del trabajo, de lo importante que es la reducción del estado. La tarea es difícil, definitivamente es toda una cruzada, pero sin lugar a dudas, será la medida que garantizara que el germen del populismo se disipe poco a poco de nuestra forma de pensar.
El 2017 nos dejo un cumulo de vivencias y aprendizaje, pongamos todo eso sobre la mesa y generemos una dinámica lo suficientemente poderosa como para integrarnos a todos en el objetivo en común.